A través de la contemplación y la
acción
nuestra misión de reconciliación nos lleva
actuar con justicia y paz. Hacemos un cuarto voto de
fervor, el corazón de nuestra vocación
del Buen Pastor. Esto nos lleva a buscar a los lesionados,
a los que el mundo ha dejado atrás. Ministramos
en todas las áreas de servicios humanos, con atención
especial enfocado a las necesidades de las mujeres y
los niños.
Un Hermana del Buen Pastor puede expresar su fervor
por el pueblo de Dios bien como hermana apostólica
o contemplativa.
¿Te
está llamando Dios para que ames con el
de un Buen Pastor? |